Ayer vi a Marta, una de esas amigas que adoras aunque ves poco - en este caso por obligación porque vive en Bélgica- y que cada vez que quedas con ella sabes que te lo vas a pasar genial.
Estábamos hablando sin parar para ponernos al día de todo lo que nos había pasado desde la última vez que nos vimos y en una de esas, hablando de un truco nuevo me dice... "¡Para tu blog! Hmm.. eso... ¿Y tu blog? ¿Ya no sigues escribiendo...?", la miré y le puse mil excusas, que si tenía poco tiempo, el sol, la luna, las estrellas y me di cuenta que eran solo eso, excusas... Así que le prometí que hoy que lo retomaría y que le dedicaría a ella este post... Sí, lo sé, suena a promesa de martes a la 1am en plena exaltación de la amistad, pero aquí estoy,... :-)
Hace un año (un año ya!) fuimos a la boda de David y Arancha, amigos de mi chico de toda la vida. La novia nos dejó unos regalitos en el baño para las chicas: un jabón que olía genial a lavanda y un bálsamo labial 100% naturales. (¡Gracias chicos!) ¡A Fidel (mi marido) le encantó el regalo! El jabón según lo vio se lo pidió él y lo tiene en su armario, en una balda y así la ropa siempre le huele genial y desaparecen los olores propios del armario. Buena idea, ¿verdad? ¡lleva un año en el armario y todavía huele genial!
#TrucoSobreTruco: si rallas el jabón un poquito, el aroma será más intenso.
Os dejo una fotito del jabón y del bálsamo de labios.
Os dejo una fotito del jabón y del bálsamo de labios.
¡Un beso a todos y prometo escribir pronto!
Adulta Novata.